La despedida

despedida

Estas últimas semanas han sido tristes, ser Azul no ha sido suficiente ni siquiera para pensar en llenar el hueco de la soledad. Azul es mucho más que una mujer fácil que lleva a su vida al límite de la aventura y la lujuria, es más que una mujer adulta que disfruta sentirse deseada, es mucho más que lo que muchos han visto o querido ver.

Ser yo es ser una mujer vulnerable al amor, que en el juego de querer reinventar la manera de amar ha vulnerado su paz, su salud y su dignidad.

En cada relato lo he intentado explicar,  soy una mujer inmensamente apasionada, no sólo en el sexo, sino en la vida. Hoy regreso al punto de partida que dio origen a este espacio para relatar los momentos de mi historia: la soledad y el recuento de encantos que no alcanzan para ser.

Hoy renuncio al protagonista de mis relatos, con el alma no sólo vacía,  sino lastimada, renuncio al juego de creer que el sexo alcanza para creer que “es una manera de amar”. Hoy con lágrimas,  con una presión en el pecho y taquicardia tengo que reconocer que debo recuperar mi paz, y mi paz no está en mendigar tiempo ni amor. En esta renuncia va implícito un dolor profundo, dolor que inicia en los pensamientos, rebota en el corazón, estruja el ego e inunda el alma.

Con esta despedida van mis más sinceras confesiones:

Te amo, te amo y en cada tarde y noche en el juego del sexo placentero, intenté hacerte el amor, hacerlo como si a través del placer y de cada sensación pudiera explicarte y convencerte de lo que sentía.  

Te amo y en cada encuentro íntimo tuve que ahogar con palabras,  suspiros y sinsentidos las lágrimas que después de sentirte mío y sentirme tuya en un mundo de sensaciones físicas, la realidad provocaban un vacío y un dolor profundo.

Te amo, y cada palabra dicha y escrita para ti,  fue honesta, honesta aunque tuviera que inventar un personaje para ser el portavoz autorizado para externarlas.

Te amo y dudo mucho que alguien alguna vez en tu vida te pueda amar así.  El amor existe y no siempre en sincronía. Ten la certeza que te amé y que esto no es algo que suceda comúnmente.

Te amo y el sexo fue siempre placentero,  disfruté, aunque nunca  tuve la certeza de que para ti lo fuera.

Te amo, pero no merezco la tortura del insomnio, no merezco el vacío del alma ante tu indiferencia cuando más te necesito…

Reinventar la manera de amar solo fue un pretexto que de sobra supe inútil desde el principio, pero siempre lo quise creer esperanzador.

Ser Azul es más que tener un hombre como protagonista de sus historias, por eso esta despedida no representa un anuncio de un lugar vacante, representa un intento por recuperar mi paz, un intento por saber que ser Azul tiene sentido y es mucho, mucho más de lo que muchos ven y el protagonista de mis relatos ignora.

Una mujer como yo,  bueno, de hecho ningún hombre,  ninguna persona,  merece sentirse así… traicionar sus ideales y esperanzas por alguien más y sobre todo cuando a ese alguien le resulta indiferente.

Esta despedida no acaba con mis relatos, mis relatos siempre tienen como inspiración el amor y tengo la certeza de tener historias de amor suficientes en mi pasado y en mi futuro que darán sentido a nuevos relatos…

El amor es la fuerza más importante de la vida y tiene muchas formas de manifestarse…

Azul,  con mi dolor y mi fortaleza; mi pasión y mi debilidad; mi intensidad y mi vulnerabilidad seguirá escribiendo, reinventando una nueva historia en medio de la realidad…  

A veces escribiré desde la soledad, a veces desde el deseo que despierte el olor de otro abrazo, pero siempre mi inspiración será el amor…